La mafia japonesa tiene sus orígenes desde el siglo XVII cuando bandas delictivas llamadas kabuki-mono arrasaban las aldeas y las saqueaban. Si bien siempre han existido, los yakuza comenzaron a cobrar fuerza tras la Segunda Guerra Mundial
En la década de los 60 se contabilizaron hasta 185 mil miembros de esta organización. Recientemente la cifra ha disminuido a un estimado de 60 mil, que, si bien es poco, sigue siendo un número considerable de mafiosos.
Su influencia se extiende más allá de las fronteras japonesas, y llegan hasta Filipinas, Hong Kong, Taiwan, Corea del Sur, Australia, Hawaii y Estados Unidos. Su campo de acción va desde el robo, el secuestro, la extorsión, el fraude, la trata de personas y el narcotráfico.
Son una organización que se sustenta en los lazos familiares y que tienen un orden muy estricto.
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