Este compositor alemán recuperó elementos del folclor germánico y los integró en obras que exaltaban el nacionalismo del pueblo alemán recién nacido. Entre sus obras destacan Tanhäuser, Tristan und Isolde, Parsifal pero sobre todo la tetralogía del Nibelungo.
En su colosal obra Der Ring des Nibelungen (El anillo del Nibelungo) concentró cuatro diferentes óperas: El oro del Rhin, Sigfrido, La valkiria (de la que se desprende el vídeo que podrás ver en la parte superior de esta entrada) y El ocaso de los dioses.
Desde 1876 las obras de Wagner se tocaron anualmente en Bayreuth, en el festival del mismo nombre, teniendo su máximo esplendor en la época del nazismo, cuando el séquito de Hitler acudía religiosamente a disfrutar cada año de las composiciones de Wagner.
Incluso en Los Hornos de Hitler la autora Olga Lengyel dice sobre el doctor Joseph Mengele que, mientras hacía la selección para las cámaras de gas, silbaba alegremente obras de Wagner.
La música de Wagner y el Festival de Bayreuth tuvieron que esperar hasta 1951 para poder sonar de nuevo tras el castigo al nazismo y todo lo que se le asociara.
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